lunes, 28 de noviembre de 2011

Comer, comer, es lo mejor para poder crecer (1)

Personalmente me encanta el turismo gastronómico. Sobre todo el tapeo, y para eso Cuenca es auténtica y además está plagada de restaurante, fondas, bares, y tabernas donde poder degustar platos típicos y tapas de la tierra.
Es imposible nombrar todos los que son (no acabaríamos nunca), así que trataré de hacer una saga de “Comer, comer” en este blog para poder, por lo menos, hablar de aquellos en los que he estado y que me han llamado la atención por alguna razón.
Si algún establecimiento no se encuentra en estas o posteriores líneas, que no se alarme, y que nos envíe un comentario a
rinconesdecuenca@gmail.com, para decirnos dónde está y nos acercaremos a conocerlo.
Es esta primera parte voy a comenzar con dos de mis lugares favoritos, sobre todo para cenar. No son grandes restaurantes ni sitios chic del estilo de El Bulli. Todo lo contrario. Son sitios con encanto, con buenos precios, con mejor comida, y por lo general pequeños y familiares.
Seguramente pocos estén en las guías de viaje, pero recordar que este blog se llama Rincones de Cuenca, y que los rincones están escondidos a la vista de la gran mayoría.


Uno de mis favoritos es El Bodegón (Cerrillo de San Roque, 1ª). Sin duda una taberna de las de toda la vida.

No suelen reservar, así que lo mejor, si queremos comer o cenar allí, es adelantarnos a la hora del aperitivo, y mientras tomamos unas cañas asegurarnos una de las 10 mesas que posee.
Uno de sus encantos es su situación, ya que se encuentra bastante escondido en una pequeña placita, donde en los meses más calidos montan la terraza. Lograr sentarnos allí es prácticamente misión imposible, así que si somos uno de los afortunados disfrutaremos mucho más nuestra estancia en este mesón de estilo rústico.
Como platos destacados y buenos a rabiar se encuentra el morteruelo, ajoarriero, chuletillas, lomo, migas de pastor, parrillada de verduras,… (normalmente todas las carnes van acompañadas de patatas al montón y todo esto regado con los mejores vinos de la tierra (tienen una carta muy amplia).
Sus dueños, siempre tan atareados, pero a la vez atentos con sus comensales, estarán encantados de recomendarnos los manjares de su menú.

Otro de los rincones gastronómicos de nuestro recorrido de hoy que a mí personalmente me encanta (vuelvo a decir que me chiflan las tabernas familiares decoradas a la antigua usanza donde comes hasta decir basta) es la Taberna Botes.
Situada en ula Calle San Vicente 4, una de sus especialidades es la “conserva” (lo que en Cuenca llamamos orza): chorizos, costillas, lomo, morcillas, vamos un despiece del gorrino en toda regla.
Toda esta carne proveniente de la matanza que aún hoy se realiza en muchos pueblos conquenses, se conserva en vasijas de barro y se cubre del aceite en el que se han frito. Un auténtico manjar.
En “El Botes” puedes además deleitarte con su comida casera donde uno de los platos más exquisitos es el cordero asado. Os dejo su teléfono (969 21 45 39) para aquellos que ya estáis pensando ir a cenar allí el próximo fin de semana.
De hecho creo que yo voy a llamar ya porque se me está haciendo la boca agua, y además no tengo plan para el sábado.
Os invito a contarnos vuestras experiencias en estos figones y a proponer otros lugares donde realizar turismo gastronómico conquense.
¡Bon appetit!

jueves, 10 de noviembre de 2011

Cerro ¡¡¡Socorro!!!

Después de unos cuantos días de abandono del blog debido al letargo otoñal, mi cuerpo por fin se aclimata y retoma la actividad.
Como podéis ver en el título de este post, de vez en cuando me entra la locura y el absurdo, así que no he podido aguantar poner unas cuantas exclamaciones.
Mi artículo de hoy auna el otoño, el senderismo, un monumento y por supuesto el encanto de la ciudad de Cuenca. Todo en uno. Y es que este es otro de los magníficos lugares que no se encuentran en las guías de viaje y que sin duda, merecen la pena visitar.
El Cerro Socorro (desconozco quién le atribuyó este nombre tan desamparado ni el por qué) también llamado Monumento del Sagrado Corazón de Jesús no lo encuentras en el casco antiguo, ni callejeando ni en la zona nueva... pero seguro que si te paras a mirar las montañas localizas una escultura de la figura de Cristo coronando uno de los puntos más altos de Cuenca. Si es de noche, no tiene pérdida, pues se encuentra iluminado.


Se puede llegar allí en coche, pero eso no tiene ninguna gracia: para llegar a apreciar la recompensa, hay que sudarla un poco, ¿no os parece?. De todos modos para los poco aventureros sólo tenéis que coger el coche y salir de Cuenca dirección Palomera (por debajo del puente San Pablo). A unos 4 kilómetros encontraréis un desvío perfectamente asfaltado a la derecha y tenéis que continuar hasta tener delante la estatua. Cuidado con la carretera que muerde.



Y para aquellos que quieren un poco más de vidilla os propongo llegar hasta el Parador Nacional de Turismo desde donde comienza la senda.


El recorrido es un viacrucis que muchos cristianos usan o usaban a modo de sacrificio y oración, y que, como todos, simboliza el camino que recorrió Jesús hasta llegar a la cruz, deteniéndose para rezar en 14 estaciones representadas, en nuestro caso, por enormes pedruscos donde podéis leer frases que os darán fuerzas para continuar.


Desde nuestro punto de inicio (Parador) comenzaremos a ascender. En un momento el camino se bifurca en dos, y debemos coger el de la derecha... y ¡¡¡todo hacia arriba!!. Sudaremos un poco, pero es un trayecto muy corto (sólo 2.860 m.) y os aseguro que las vistas que encontraréis una vez arriba son espectaculares. Os recomiendo llevar la cámara de fotos.


Si os gusta lo que veis, yo os animo a que otro día cojáis el coche y subáis por la noche. En dos palabras: "Im-presionante".

jueves, 27 de octubre de 2011

¡No las pises hombre!

Me encanta recolectar setas. Pero el que realmente es un apasionado es mi marido. Quería escribir un post sobre este tema, ya que estamos en plena temporada y le pedí ayuda a él.

¡¡Cuál fue mi sorpresa cuando leí lo que escribió!! A continuación lo tenéis. ¡¡ya le he dicho que escriba un blog sobre este tema!! A mi me encanta, así que cada cierto tiempo le pediré que colabore escribiendo algo sobre micología para el blog ¿os parece?

Llueve, otoño, ¡setaaas!.
Efectivamente es temporada de setas y en Cuenca nuestra ciudad favorita, cuando se dan las condiciones idóneas podemos disfrutar de buenos días de campo recolectando tan codiciado manjar.
Muchos son los aficionados a la recolección y muchas las variedades que crecen en nuestros prados y bosques. Y que decir tiene que siempre que vayamos al campo a coger setas debemos seguir ciertas normas y consejos que harán nuestras salidas campestres más respetuosas con nuestro medio y más seguras para nuestra salud, pues como todos sabemos existen variedades toxicas y algunas mortales. Mis consejos:

¡Siempre que salgamos al campo debemos procurar dejarlo tal y como lo encontramos!.
¡¡No seamos gañanes!! ¿Qué nos cuesta? Nada. Y además son tus bosques. ¡¡No contamines!!. Incluso si ves cualquier gesto inadecuado, no te cortes ¡¡repróchalo!!

Recoge solo las variedades que conozcas. Todas las setas realizan su función en
el medio por lo que ¡¡no las pises hombre!! ¡¡ ni les des patadas!!¡Ojo con lo que comes! Consume únicamente las que conozcas con toda seguridad. El rincón de los quietos esta lleno de valientes e insensatos.

El recoger setas es una acción muy sencilla: te agachas, cortas por el pié de la seta y la echas a la cesta. ¿Qué es eso de rebuscar como si fueras un cochino jabalí?. Esta acción daña el hongo, (la seta es el fruto del hongo. Confundir seta con hongo es como confundir pera con peral) y por lo tanto evitamos que salgan más setas y su función en el medio. ¡Mal!

Cesta. Hay que llevar cesta. Las razones son sencillas: primero porque la seta es el órgano reproductor del hongo y con la cesta aireamos las esporas y ayudamos a su propagación y a su reproducción. Segundo, porque las setas son 90% agua. Si lleváis bolsas lo que os va a llegar a casa va a ser de todo menos setas, ¿más claro? agua

Silencio. Guardar silencio. ¿Os gustaría que fueran a vuestra casa y gritaran ¡mira Pepe aquí hay uno!? ¿no verdad? Pues imaginar lo que piensan los pobres animalitos

¡Ojo con el pierde!. No hay nada más sencillo que perderse en un pinar. Da la casualidad de que todos los pinos son iguales. Tener cuidado y no os alejéis si no conocéis la zona ¿Ok?.
En cuanto a las variedades más comunes en Cuenca, son básicamente dos: seta de cardo (Pleurotus Eringii) y níscalo (Lactarius deliciosus y sanguifluus), aunque podemos encontrar cientos tanto comestibles como tóxicas o mortales, pero esto será en la segunda parte.

Continuará…

viernes, 21 de octubre de 2011

Las Casas son Colgadas... hay otras cosas colgantes

Esta es la incansable lucha de cualquier conquense que se precie. Cuando alguien te pregunta:

- ¿De dónde eres?

- De Cuenca

- Ahhh... yo he estado varias veces. Están genial las Casas colgantes...


¡¡¡Ay!!!! Te chirría hasta morir... y piensas en tantas cosas en el mundo que están colgantes, pendientes de un hilo, dejadas a la mano de la gravedad...
Nuestras casas son Las Casas Colgadas y aunque el casco antiguo está lleno de viviendas suspendidas en la roca que adornan la imponente Hoz del Huécar, sin duda alguna éstas son las más representativas por verse envueltas en un paisaje perfecto.

Las Casas Colgadas datan del siglo XIV, y aunque no se conoce exactamente si su origen es musulmán o medieval, se cree que fue una antigua casa solariega. Actualmente albergan el Mesón restaurante Casas Colgadas http://www.mesoncasascolgadas.com/ (sito en la Casa de la Sirena) y el Museo de Arte Abstracto http://www.march.es/arte/cuenca/ (sito en las Casas del Rey).

Las tres casas que se ven son las únicas que quedaron después de la destrucción del siglo XIX, ya que existían muchísimas más. El Ayuntamiento las compró y aunque están muy restauradas, siguen siendo impresionantes.

Como ya sabéis es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y prácticamente se nos conoce por ellas, o al menos es lo que normalmente opina la gente que nunca ha visitado Cuenca, ya que como indica el nombre de este blog, Cuenca está llena de rincones espectaculares y sorprendentes.

domingo, 16 de octubre de 2011

El Quinto Pecado

Para aquellos que no van a misa muy a menudo, y encima no han visto la película "Seven" las "tropecientas mil" veces que la han retransmitido en televisión, deciros que el quinto pecado capital es la GULA.
Cualquier forma de exceso (ya sea con la bebida o la comida) era considerado por el cristianismo como un pecado (esperemos que solamente venial).
En Rincones de Cuenca os voy a hablar hoy de este Quinto Pecado, nombre que ha inspirado a uno de los mejores bares de cañas y tapas de la ciudad.

El Quinto Pecado es uno de mis lugares de tapeo preferido, por lo menos desde el año 2007 en el que abrió sus puertas. Y es que no hay fin de semana que me deje caer por Cuenca y no lo visite.
Con un ambiente joven, cosmopolita y fresco, se distingue del resto por las espectaculares tapas que, como en todos los bares de la ciudad, no tienen coste. Bocadillitos, huevos rotos, arroces, hamburguesas, platos conquenses, y mil cosas que no podéis imaginar se dan cita en este local decorado con estilo modernista y elegante.
Además de sus tapas ofrecen desayunos, almuerzos y comidas.


Situado en una de las zonas más representativas del tapeo conquense (Alférez Rubianes, 8), no podemos irnos sin visitarlo y sin darnos un buen atracón gastronómico con sus super-tapas.
Cuando salgamos de allí nos daremos cuenta de que realmente hemos pecado.

Si queréis ver el local y echarle un vistazo a sus tapas podéis visitar su página web: www.elquintopecado.com
Además están en Facebook para que sigáis más de cerca sus novedades y sus propuestas: http://es-es.facebook.com/elquintopecado